Al entrar en la cocina descubres un mundo de colores, sabores, olores, sensaciones... El paso de quedarnos fuera a entrar y tomar las riendas de los mandiles nos cambiará la vida...
Podremos dirigir nuestro futuro alimenticio, dar placer a nuestro paladar, llevar al éxtasis nuestras papilas gustativas y sobretodo: podremos explicar a unos y otras cómo hemos perdido ese miedo a cocinar. Con el tiempo podrás usarlo para relajarte, para ser creativo y sobretodo para huir de este mundo y encerrarte con tus verduras, carnes, pescados...
El primer paso puede ser el más difícil pero al finalizarlo el más satisfactorio.
No tengas miedo a descubrir este maravilloso mundo de la mano de alguien que estuvo en tu misma situación ;)